El ALBA-TCP condena enérgicamente el asalto del gobierno de Estados Unidos a un buque petrolero venezolano en el Caribe, describiéndolo como un acto de piratería ilegal y una violación del derecho internacional.
Este evento subraya las tensiones geopolíticas en la región y la lucha por el control de recursos naturales. La reacción del ALBA-TCP pone de manifiesto la solidaridad entre países latinoamericanos frente a agresiones externas, lo que podría tener implicaciones para futuras relaciones diplomáticas en la región.