Un ataque masivo de Rusia con 241 drones y cinco misiles en Ucrania resultó en la muerte de dos civiles y daños significativos en la infraestructura energética del país.
Este ataque refuerza la creciente escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania, afectando la infraestructura crítica y la vida civil. Además, plantea serias preocupaciones sobre la seguridad y estabilidad en la región, lo que podría tener repercusiones más amplias en Europa.