La malaria causó aproximadamente 610,000 muertes en 2024, principalmente en niños de África subsahariana, según la Organización Mundial de la Salud, advirtiendo sobre el aumento de la resistencia a medicamentos y el cambio climático.
Este aumento en las muertes por malaria subraya la necesidad urgente de abordar la resistencia a medicamentos y el impacto del cambio climático en la salud global. La situación podría tener consecuencias devastadoras para la salud infantil y requerir un mayor compromiso financiero y estratégico para combatir esta enfermedad.