El aumento de los secuestros escolares en Nigeria es alarmante, con 25 estudiantes raptados en Kebbi, reflejando la creciente inseguridad en el país y el uso estratégico de las escuelas por parte de bandas armadas.
Este fenómeno de secuestros escolares en Nigeria representa una crisis de seguridad que impacta la educación y el bienestar de los jóvenes, reflejando un problema más amplio de violencia y desestabilidad en la región. La incapacidad de las autoridades para proteger a los estudiantes ha generado un clima de miedo que podría afectar el futuro educativo del país.