El número de extranjeros en las cárceles federales argentinas ha alcanzado un mínimo histórico, con solo 1.935 personas, principalmente de países limítrofes como Paraguay y Colombia, a pesar del aumento de delitos transnacionales.
Esta tendencia es significativa ya que refleja cambios en las políticas de inmigración y criminalidad en Argentina, además de resaltar la necesidad de abordar los delitos transnacionales de manera más efectiva. El contexto regional también sugiere un impacto en la cooperación internacional en temas de seguridad y justicia.