El crecimiento crediticio en China se desaceleró a ¥392 mil millones en noviembre, por debajo de las expectativas, lo que podría señalar una debilidad en la economía del país asiático.
Este descenso en el crecimiento crediticio en China puede tener repercusiones significativas en la economía global, afectando las relaciones comerciales, especialmente con la Unión Europea y el comercio de productos con tarifas elevadas. Además, la ralentización del crédito podría influir en la estabilidad económica de Europa, dado el importante papel de China como socio comercial.