Un colapso parcial de la red eléctrica en Cuba dejó a oscuras a La Habana y gran parte del occidente del país, aumentando las preocupaciones sobre la infraestructura energética en la isla.
Este evento subraya la fragilidad de la infraestructura eléctrica en Cuba, un problema que ha persistido durante años y que afecta la calidad de vida de sus habitantes. La crisis energética refleja las dificultades económicas y de gestión que enfrenta el país, lo que podría tener implicaciones sociales y políticas más amplias.