La falta de sueño crónica del Primer Ministro de Japón, quien reportedly duerme solo dos horas por noche, plantea serias preocupaciones sobre la salud cerebral y la toma de decisiones.
Este evento resalta la importancia del sueño para la salud cerebral y la funcionalidad diaria, sugiriendo que los líderes que descuidan su descanso pueden comprometer su capacidad para gobernar efectivamente. La privación de sueño se convierte en un problema no solo personal, sino también social y político.