El cambio climático ha provocado una drástica reducción del 66% en la migración de caribúes en Alaska, afectando la subsistencia de las comunidades locales debido a la nueva carretera minera en Ambler, Alaska.
Este evento subraya cómo el cambio climático y las actividades mineras están interconectados, afectando no solo la biodiversidad, sino también la seguridad alimentaria de las comunidades indígenas. La situación plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de los recursos naturales y la preservación de la cultura local.