El Papa León XIV designó a Luciano Maza como arzobispo de Piura y a Juan Carlos Asqui como obispo de Chuquibamba, marcando un cambio significativo en la jerarquía eclesiástica peruana.
Estos nombramientos son cruciales para la dirección de la Iglesia Católica en Perú y pueden influir en las dinámicas sociales y espirituales en las regiones de Piura y Chuquibamba. La elección de nuevos líderes eclesiásticos también puede responder a necesidades cambiantes dentro de la comunidad católica.