El Papa León XIV hizo un apasionado llamado a la paz y condenó la violencia hacia los cristianos durante el Angelus, destacando la persecución en países como Bangladesh y Nigeria.
Este evento resalta la creciente preocupación global por la violencia religiosa y la persecución de los cristianos, lo que podría influir en políticas internacionales y esfuerzos humanitarios. La condena del Papa puede fortalecer la concienciación sobre la necesidad de proteger los derechos humanos y promover la paz en las sociedades vulnerables.