Un ataque de misiles rusos dañó un barco de propiedad turca en el puerto de Odesa, lo que llevó a Erdogan a exigir a Putin el cese de ataques a la infraestructura civil en Ucrania.
La solicitud de Erdogan para detener los ataques rusos resalta la fragilidad de las relaciones entre Turquía y Rusia, así como la creciente preocupación por la seguridad de las rutas comerciales en el Mar Negro. Este evento podría influir en futuros diálogos y acciones diplomáticas en la región.