Los esquiadores y snowboarders rusos han ganado el derecho a competir como atletas neutrales en los eventos de clasificación para los Juegos Olímpicos de Invierno de Milán-Cortina, tras una decisión del Tribunal de Arbitraje Deportivo.
Este fallo representa un cambio significativo en la política deportiva internacional, ya que permite que los deportistas rusos y bielorrusos participen en eventos clave, reflejando la complejidad del deporte en tiempos de conflicto geopolítico. Además, plantea preguntas sobre la equidad y la integridad en las competiciones deportivas globales.