Un exagente de la Administración de Control de Drogas (DEA) y su socio fueron acusados de lavar millones de dólares para el Cártel de Jalisco Nueva Generación y suministrar armas, lo que resalta la penetración del narcotráfico en las instituciones.
- Paul Campo, exalto funcionario de la Administración de Control de Drogas en los Estados Unidos, y su asociado Robert Sensi enfrentan cargos federales por lavado de dinero y suministro de armas al Cártel de Jalisco Nueva Generación.
- Los acusados supuestamente convirtieron efectivo del cártel en criptomonedas y planearon lavar millones de dólares provenientes del comercio ilegal de drogas, lo que llevó a su detención sin derecho a fianza.
- La acusación resalta la creciente preocupación sobre el narcoterrorismo en los Estados Unidos y la posible complicidad de funcionarios en el tráfico de drogas y armamento, particularmente en relación con el Cártel.
Por Qué Es Relevante
Este caso pone de relieve la infiltración del crimen organizado en las instituciones gubernamentales y la necesidad urgente de reformar las agencias de seguridad. Además, destaca la amenaza continua que representan los cárteles mexicanos, como el Cártel de Jalisco Nueva Generación, para la seguridad nacional y la estabilidad en la región.