Un exagente de la Administración de Control de Drogas, Paul Campo, y su socio Robert Sensi, son acusados de lavar dinero del cartel Jalisco Nueva Generación usando criptomonedas, lo que resalta la creciente conexión entre tecnología y crimen organizado.
Este caso es significativo ya que ilustra cómo los avances tecnológicos, como las criptomonedas, están siendo explotados por organizaciones criminales como el cartel Jalisco Nueva Generación. La investigación resalta la necesidad urgente de que las agencias de seguridad adapten sus estrategias para combatir el lavado de dinero y el narcotráfico en la era digital.