Ford Motor Company ha inaugurado su nueva sede en Detroit, dejando atrás su icónico edificio en Dearborn, Michigan, lo que representa un cambio significativo en su estrategia empresarial.
Este movimiento no solo representa un cambio físico para Ford Motor Company, sino que también refleja una tendencia más amplia en la revitalización de Detroit como un centro de innovación automotriz. La decisión de regresar a Detroit subraya la importancia de la ciudad en el futuro de la industria automotriz estadounidense.