El G20 en Johannesburgo emitió una declaración débil que apenas abordó la guerra en Ucrania y los conflictos en el Medio Oriente, sugiriendo una falta de consenso global.
La cumbre del G20 en Sudáfrica refleja una creciente división entre las potencias mundiales y la incapacidad de abordar problemas críticos como los conflictos en Ucrania y el Medio Oriente, lo que puede tener repercusiones en la estabilidad global. Esta falta de acción concertada muestra la dificultad de los líderes para unirse ante crisis internacionales.