Un atacante suicida, identificado como un nacional afgano, perpetró un ataque en Islamabad que dejó al menos 12 muertos, destacando la creciente preocupación por el terrorismo en la región.
Este evento resalta el peligro persistente del terrorismo en Pakistan y la influencia de la inestabilidad en Afghanistan, lo que podría desestabilizar aún más la región y complicar los esfuerzos de seguridad. La identificación del atacante como afgano también podría tensar las relaciones bilaterales entre ambos países.