La Iglesia católica mexicana hace un llamado a la unidad y confianza nacional ante la celebración del Día de la Virgen de Guadalupe, en un contexto de polarización y violencia.
Este llamado de la Iglesia católica mexicana es crucial ya que refleja la preocupación por la cohesión social en un país marcado por la violencia y la desconfianza, lo que podría influir en el bienestar y la estabilidad de la población. La festividad de Nuestra Señora de Guadalupe, además, representa un símbolo de identidad cultural y religiosa, promoviendo valores de esperanza y solidaridad.