La inflación en Canadá se redujo al 2.2% en octubre, impulsada por una caída del 9.4% en los precios de gasolina, superando las expectativas del mercado y afectando el índice de precios al consumidor.
Esta reducción en la inflación es significativa porque puede influir en las decisiones de política monetaria del Banco de Canadá y tiene implicaciones para el poder adquisitivo de los consumidores. Además, refleja la dependencia de la economía canadiense de los precios de la energía, un factor crucial en el contexto global actual.