Irán ha decidido boicotear el sorteo del Mundial 2026 en Washington, D.C., debido a la negativa de visas por parte de Estados Unidos, lo que resalta tensiones políticas en el deporte.
Este boicot subraya las tensiones geopolíticas que pueden interferir en eventos deportivos globales, afectando no solo a las naciones involucradas, sino también la percepción del deporte como un área de cooperación internacional. Además, plantea preguntas sobre la influencia política en el fútbol y la necesidad de garantizar la participación equitativa de todas las naciones.