Japón y EE. UU. han expresado su preocupación por las acciones de China, que consideran una amenaza a la paz regional, tras un incidente de radar que involucró aviones de combate cerca de Taiwán.
Este evento resalta el creciente desafío que representa China para la estabilidad regional, lo que podría tener implicaciones significativas para las relaciones internacionales y la seguridad en Asia. La colaboración entre Japón y EE. UU. es crucial para contrarrestar la influencia de Beijing en un contexto de tensiones crecientes con Rusia y Corea del Sur.