La Comisión Europea prevé un crecimiento del 1.3% en la economía de la eurozona para 2025, impulsado por un aumento en las exportaciones antes de los esperados incrementos de tarifas.
Este pronóstico es significativo ya que refleja la recuperación económica de la eurozona tras los desafíos recientes, y sugiere que los países miembros podrían estar mejor preparados para enfrentar los futuros cambios en las políticas comerciales. Además, un crecimiento sostenido podría fortalecer la estabilidad financiera en la Unión Europea.