La presión fiscal en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) alcanzó un récord del 34,1% en 2022, reflejando crecientes tensiones sobre el gasto público y la necesidad de aumentar ingresos fiscales.
Este aumento en la presión fiscal en la OCDE es crucial porque refleja las luchas que enfrentan los gobiernos para mantener la estabilidad económica y financiar servicios esenciales, lo que puede afectar la calidad de vida de los ciudadanos. Además, resalta las tensiones globales sobre el gasto público y la necesidad urgente de reformas fiscales.