Las acciones en Asia sufren su mayor caída desde 2020, con 127 valores en crisis, lo que refleja un cambio dramático en el mercado que afecta a sectores clave como bienes de capital y ferrocarriles.
La caída de las acciones en Asia es un indicador de la inestabilidad económica que podría repercutir en mercados globales y afectar las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos. Este evento también resalta la vulnerabilidad de sectores clave frente a cambios macroeconómicos, lo que podría tener implicaciones a largo plazo para la inversión y el comercio internacional.