Un informe de Healthcare Improvement Scotland revela que en el Hospital Real de Forth Valley, madres enfrentan esperas de hasta 62 horas para la inducción del parto, planteando serias preocupaciones de seguridad.
Este problema subraya las deficiencias en el sistema de salud pública de Escocia y resalta la necesidad urgente de mejorar la atención materna. Las largas esperas para el parto pueden tener consecuencias graves tanto para las madres como para los bebés, lo que plantea cuestiones sobre la eficacia en la atención sanitaria en la región.