Rebecca Price y Pat Kiely tomaron la trágica decisión de interrumpir el embarazo de su bebé sano tras un diagnóstico erróneo de Trisomía 18, lo que ha llevado a una disculpa formal del Health Service Executive.
- Rebecca Price y Pat Kiely, residentes de Dublín, recibieron un diagnóstico erróneo que indicaba que su feto padecía Trisomía 18, una condición genética grave.
- El director ejecutivo del Health Service Executive, Bernard Gloster, ofreció una disculpa inequívoca a la pareja tras la devastadora decisión de interrumpir el embarazo en vísperas de Navidad.
- La pareja, que confiaba en la evaluación de un ecógrafo en el National Maternity Hospital, Dublín, se enfrentó a un dilema emocional tras la confusión médica que llevó a la terminación del embarazo.
Por Qué Es Relevante
Este caso resalta la gravedad de los errores médicos y sus consecuencias devastadoras en la vida de las familias. La confianza en el sistema de salud es fundamental, y este incidente subraya la necesidad de mejorar la precisión en los diagnósticos durante el embarazo.