Kris Boyd, jugador de los New York Jets, se encuentra en estado crítico tras ser disparado en Manhattan, mientras la policía de Nueva York busca al autor del tiroteo.
Este incidente resalta la creciente preocupación por la violencia armada en áreas urbanas como Nueva York, especialmente en torno a figuras públicas. Además, el ataque a un atleta destacado pone en evidencia la vulnerabilidad de los individuos, sin importar su estatus, y la necesidad urgente de abordar la seguridad en las ciudades.