Radicales atacaron a los jugadores del Niza, provocando la paralización de sus actividades deportivas y generando preocupación por la seguridad en el fútbol francés.
Este evento resalta el creciente problema de la violencia en el fútbol, que no solo afecta a los jugadores, sino que también amenaza la integridad y la seguridad de las competiciones deportivas en Francia. La situación exige una respuesta urgente de las autoridades para garantizar la seguridad en los eventos deportivos.