El Reino Unido aceptará pagar un 25% más por medicamentos a cambio de eliminar aranceles sobre exportaciones farmacéuticas a los Estados Unidos, lo que podría influir en acuerdos similares con Australia.
Este acuerdo resalta la presión que enfrentan los sistemas de salud como el National Health Service en el Reino Unido, al tiempo que plantea interrogantes sobre cómo otros países, como Australia, podrían verse obligados a ceder en negociaciones similares. La dinámica del comercio farmacéutico y los aranceles influye significativamente en la accesibilidad de medicamentos a nivel global.