Taylor Swift y Selena Gomez asistieron al Arrowhead Stadium para apoyar a Travis Kelce, generando un notable aumento en el interés por el fútbol y los Kansas City Chiefs.
La asistencia de Taylor Swift y Selena Gomez a un partido de la NFL ilustra el poder de las celebridades para atraer nuevos aficionados al fútbol, un fenómeno que podría beneficiar económicamente a la liga y a los equipos. Este tipo de eventos también subraya la creciente intersección entre la cultura pop y el deporte, lo que podría cambiar la forma en que se comercializa el fútbol en el futuro.