Una celebración de Hanukkah en Bondi Beach, Australia, se tornó en tragedia cuando un ataque dejó al menos 12 muertos y varios heridos, incluyendo al abogado de derechos humanos Arsen Ostrovsky.
Este trágico evento resalta la creciente preocupación por la seguridad de la comunidad judía, no solo en Australia, sino a nivel global, en un contexto donde el antisemitismo está en aumento. La implicación de un ataque durante una celebración religiosa también plantea serias preguntas sobre la tolerancia y la seguridad en espacios públicos.